domingo, 11 de septiembre de 2011

Deseo.

Estoy atrapada en los pensamientos que me unen a tu piel. Parece que te huelo y mi piel se eriza. Parece que te rozo y el corazón se me acelera. Parece que te beso y los labios se me humedecen.
Ahora siento tu calor. Tus brazos rodeando mi cuerpo, tus labios recorriendome, nuestras miradas cruzándose.
No tuve un solo momento para pensar mientras te desnudabas. El deseo por unirme a ti era tan grande que únicamente pude ayudarte a despojarte de tu ropa.
Te acaricié casi arañándote. Devoré cada trozo de tu cuerpo mientras te oía disfrutar. Y nos unimos al fin como piezas de un puzzle.
Sólo quería escucharte gemir. Ver tu mirada perdida. Sentir cómo me agarrabas fuertemente uniéndome más a ti. No quería dulzura. Solo pasión.
Ahora sé que no me olvidarás porque sólo pudiste tenerme aquella vez. Porque nuestros cuerpos se buscaron pero nuestros corazones huyeron.
Ahora sé que no hallaré más pasión que aquella surgida del deseo. Que mis pupilas jamás se dilatarán tanto ante nadie.
Nadie podrá ocupar el lugar que ocupaste, porque fuiste sueño de muchas noches y deseo infinito de una.
Siempre nos quedará el lazo de la pasión que no contempla la belleza de un amor puro.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Oscuridad.

A ti que a veces te busco y a veces te huyo. A ti que tanto me entiendes pero a la vez me acechas. A ti noche y oscuridad de mis días. A ti que atesoras mi alma y relajas mi mente. Te escribo porque estás conmigo cuando no hay nadie. Te escribo porque te tengo frente a mi y cruzamos las miradas. Te escribo porque es como si te hablase y el miedo te perdiese.
Al fin y al cabo es lo que quiero, no respetarte, pasar por tu lado, saludarte y plantarte cara.
Debo tener cuidado. Sé que estás por todas partes. Sé que eres la más fiel. Sé que eres la más cercana. Sé que me abrazas y me susurras al oído desesperanzas.
No te quedes en la puerta, no te quedes detrás mía. Pasa, acomódate a mi lado como haces cuando crees que no te miro. Dame tu abrazo frío. Dame tu gélido beso. Permíteme que no te lo devuelva.
¿Ya estás a mi lado? Me pareció sentir tu respiración en mi nuca. Jamás alguien me mimó tanto.
Lee. Esto de hoy es para ti.
Ya no te temo Ya nada puedes hacerme. Te he aceptado y no eres más que parte de mi. Trae las alianzas y las arras y pon fecha a nuestro enlace. Te prometo conseguir el divorcio que tú misma me pedirás.
¿Tiemblas? ¿Acaso castañean tus dientes? ¿Ya no eres fuerte para morder? Bienvenida a tu realidad. Tienes miedo porque siempre te creiste fuerte. Yo me siento victoriosa porque siempre me creí débil. Papeles invertidos. Mi victoria por tu derrota.
Ahora estás conmigo soledad; un día solo serás un recuerdo.