jueves, 19 de abril de 2012

Pasión y Amor...y siempre, siempre...tú

¡Venga! Ponte frente a mi si tienes el valor suficiente para enfrentarte a una noche de amor y pasión. Empezaré por llenarte de besos mientras, mis manos, delicadamente, va despojándote de la ropa.
Te beso. Mis labios recorren el mismo camino que mis manos. Empiezo a acariciarte los hombros desnudos mientras detras de mis dedos voy mordisqueando tu piel.
Y ahora, justo cuando la palma de mis manos están en tu pectoral...ahora es el momento de tumbarnos en la cama. ¿Te empujo con pasión? ¿Te recuesto despacio con amor? Se encuentran dos sentimientos primitivos que en mi solo tú despiertas. Hoy creo que te recostaré. Aunque no te librarás durante la noche de pasiones desenfrenadas.
Empiezo a deslizarme por tu cuerpo dejándome llevar por tu olor.
Apaga la luz...lo que sigue ahora es solo cosa nuestra.

domingo, 15 de abril de 2012

Miedo. Conciencia. Vida.

Ella miraba dentro de sí y solo le sentía a él. Se había apoderado de su cuerpo como la sangre que le recorría las venas.  Lo curioso era mirar y que en sus retinas solo estuviera él. Acomodado en su cabeza, él parecía que le hablaba tímidamente, con voz queda, pero con tal intensidad que le erizaba la piel, le tocaba el corazón y le aceleraba el pulso.

Alguna vez se planteó si podría olvidarlo pero sabía que era demasiado tarde. Que él formaba parte de ella más que los dedos de sus manos. Unas manos que guardaban el pasear de las yemas de sus dedos por esa piel que sentía suya.

Era tarde para despojarse de ese amor. Era tarde para escapar. Era tarde para cerrar los ojos y no verle. Era tarde para no soñar con él. Era tarde para quitarle de las manos la vida que le había regalado casi sin quererlo. Era tarde para seguir hasta el final de sus días. Simplemente...era tarde.

Y reparó en la fortuna del saber que era correspondido. Que él estaba allí porque quería estar. Que había llegado tan hondo a sabiendas que no podría escapar. Él se había metido justo donde quería estar. Y, aunque ella jamás había creído en cuento de hadas, sabía que su vida tendría un final tan feliz como el de la Cenicienta.

Y entonces....

Entonces decidió amarle. Aparcar los miedos. Hacerle feliz. Vivir.

sábado, 14 de abril de 2012

La jarra, la vida.

Cuando la vida parece un pozo en el que ahogarte pero el puto pozo está vacío.
Cuando buscas una botella de ginebra que vaciar y no la encuentras.
Cuando quieres mandar un mensaje y nadie te escucha.
Cuando el mundo te ahoga.
Cuando la jarra está medio vacía................

Una sonrisa te devuelve la tuya.
Una mirada hace brillar tus ojos.
Unos labios estremecen los tuyos.
Una mano se extiende y la coges.
La jarra se empieza a llenar...........

Y aprendes que ahogarte no es bueno.
Aprendes que todo se supera.
Aprendes que a la vida no hay que tenerle miedo.
Aprendes que todo sin preguntar....llega.
La  jarra se mantiene a medio llenar y subiendo.

Otro día caerás y habrás olvidado la lección anterior.
Volverás a aprender a quererte.
Volverás a encontrarte.
Volverás a olvidar.
Y la jarra se vacía a cada sorbo de desesperación......
La jarra se llena con cada gota de esperanza.

La jarra, la vida.
La vida, la jarra.